El mes de enero está dedicado al Niño Jesús y, en particular, al Santísimo Nombre de Jesús. Ocho días después de Navidad se honra la devoción del Santísimo Nombre de Jesús, para celebrar el día en que San José lo circuncidó y le dio el nombre.
Terminó 2020, según algunos el peor año de la historia. No dudo de que vivamos tiempos extraños: la censura se ha disparado hasta límites insospechados y todo lo que no comulga con el discurso oficial es clausurado o bloqueado tanto en las redes sociales como en los medios informativos. La libertad individual se ha limitado al máximo: ya no podemos desplazarnos libremente, trabajar honradamente para conseguir nuestro necesario sustento, incluso respirar se está poniendo complicado. Todo ello a nivel mundial, curioso dato, y aceptado sin discusión por la mayor parte de nuestros conciudadanos.
¿Pero que nos está pasando realmente? Por la mañana no nos olvidamos de poner la mascarilla al salir de casa, pero ¿nos acordamos de rezar las primeras oraciones del día? Estamos asustados, y sumisos aceptamos el encierro y las limitaciones pero ¿nos hemos ocupado de la pureza del alma? Y para ello ¿hemos intentado estar el mayor tiempo posible en Gracia de Dios?
La confesión es indispensable, pero hasta esto se está convirtiendo en misión imposible en muchos lugares. Y es que algunos sacerdotes tienen miedo de contagiarse al impartir tan necesario sacramento. ¿De verdad? ¿Miedo a qué? ¿A morir? ¿A las supuestas secuelas? Hay si el Padre Damián levantara la cabeza… Pero no solo ellos, muchos fieles viven acongojados y ya ni siquiera se acercan a recibir los sacramentos. En honor a la verdad hay que decir que también hay muchos sacerdotes que son verdaderos héroes, cumpliendo con sus obligaciones en condiciones muy duras e incluso siendo perseguidos por ello.
Comulgar en la boca es otra odisea, muchos sacerdotes se niegan a ello, alguno incluso ha declarado que dicha práctica es… ¡¡una guarrada!! Olvidan a Quien estamos Comulgando. La Comunión es un encuentro con Cristo, una unión con Cristo que anuncia el Cielo y la Eternidad, nos une a su Cruz y a su Resurrección. Debemos proteger la Sagrada Comunión con nuestra vida si fuera necesario y debemos evitar cualquier intento de profanación.
La vacuna es otro tema curioso. Mucha gente afirma no creer en Dios pero cree a pies puntillas que una vacuna se puede conseguir en tan solo 7 meses, que tras ponérsela vendrá de nuevo “la normalidad” y todo habrá terminado… Y por supuesto daban por hecho que la Agencia Europea del Medicamento iba a aprobar dicha vacuna sin ningún tipo de duda y en tan solo unas horas, cuando lo normal es que tarde varios meses ¿No sería mejor confiar en la Divina Providencia y aceptar todo lo que Ella nos envíe sin olvidar con ello la prudencia y el respeto por nuestros semejantes? No digo que no haya que vacunarse, creo que cada cual ha de tomar la decisión que crea adecuada libremente.
Lamentablemente no hemos aprendido nada: a la criminal ley del aborto se une ahora la criminal ley de la eutanasia mientras la intervención de la educación se ha consumado con la aprobación de la ley Celáa y se limitan las celebraciones religiosas, especialmente las católicas. Por otro lado recientes estudios sacan a la luz que muchas vacunas se fabrican con tejidos de bebes abortados. Lo próximo que viene es la normalización de la pederastia. ¿De verdad pensamos que esto va a terminar? ¿Cuántas de estas barbaridades se han conseguido con el voto católico? Pensamos que vivimos una pandemia cuando en realidad lo que vivimos es una degeneración moral y humana sin límites. Esto no puede terminar bien.
Poniendo nuestro granito de arena y tras el éxito de nuestra primera campaña, hemos pensado que podríamos organizar un par de Horas Santas al año para rezar por nuestros políticos, aunque visto lo visto yo pediría oraciones también por los votantes. La primera en la semana del 22 de junio, fiesta de Santo Tomás Moro, el Santo Padre Juan Pablo II lo declaró patrono de los gobernantes y políticos. La segunda en la semana de la festividad de Cristo Rey que este año se celebrará DM el 21 de noviembre.
¿Quieres echarnos una mano? Necesitamos voluntarios para llevar adelante estas y otras iniciativas. También es importante que nos sigas en nuestras redes sociales aún incipientes (Twitter: @rezaporpolitico; Facebook: https://www.facebook.com/rezaporpolitico).
No olvidemos tampoco rezar por el político que tenemos asignado, así como por el político del día (dedicamos un día especialmente a cada uno de nuestros políticos). Los tienes publicados en las redes sociales y en nuestra página web. Puedes apuntarte a nuestro grupo de WhatsApp, con mensajes limitados que solo mandan los administradores (para ello puedes contestar a este correo indicándome tu número de teléfono). Que todo ello no nos distraiga de nuestro objetivo que no es otro que rezar por nuestros políticos.
Acuérdate de felicitar a tú político por su onomástica y aniversario. Algunos santos de este mes: 1 de enero – Solemnidad de Santa María Madre de Jesús, San Emmanuel o Manuel y San Jesús. 6 de enero – San Aparicio, San Melanio, San Nilamón, San Baltasar, Adoración de los Reyes y Santa Macra. 17 de enero – San Antonio Abad, Santa Milwida, Santa Rosalina y Santa Leonila. 24 de enero – Nuestra Señora de la Paz y San Tirso. 31 de enero – San Ciro, San Waldo y San Juan Bosco.
No quisiera dejar pasar la ocasión de lanzar un cariñoso recuerdo al Padre José María Alba Cereceda SI, dado que el próximo 11 de enero se conmemora el 19 aniversario de su fallecimiento. En estos tiempos convulsos y extraños en que notamos tan cercana la presencia del diablo se echa de menos sacerdotes santos que nos aconsejen y nos den ejemplo para perseverar en la fe. ¡Qué grande!: “Vivir la fe cristiana sin recortes y falsas prudencias, con alegría y con gozo, porque solo hay verdadera felicidad en el servicio de Dios. Ser apóstol de la alegría, de la paz, del amor, sin cansancio, sin empequeñecernos por las ruindades y bajezas del mundo”.
Luis Abeleira y todo el Equipo de Reza por un Político