El 11 de febrero de 1858 se apareció por primera vez Nuestra Señora de Lourdes a Bernadette Soubirous, una adolescente pobre y analfabeta de catorce años de edad, y lo hizo un total de 18 veces entre ese día y el 16 de julio del mismo año. Ante la reiterada petición de la vidente de que revelara su nombre, el 25 de marzo de 1858 la Señora le dijo: «Yo soy la Inmaculada Concepción». El 12 de junio de 1925 fue beatificada y el 8 de diciembre del 1933, fue canonizada por Pío XI como Santa Bernadette de Lourdes. Su festividad se celebra el 16 de abril, aniversario de su muerte. Su cuerpo permanece incorrupto en Nevers (Francia).
“Nadie está obligado a creer en las apariciones, incluso en aquellas reconocidas oficialmente; pero si son una ayuda en nuestra fe y nuestra vida diaria ¿Por qué habría que rechazarlas?”, fueron las palabras de monseñor Jean-Michel di Falco el domingo 4 de mayo de 2008 durante una Misa celebrada en la villa alpina de Laus, ante la aprobación oficial de la Iglesia de las apariciones marianas atestiguadas en esta villa de los altos Alpes franceses por la vidente Benoîte Rencurel entre 1664 y 1718. Reconocida como venerable por el Papa Benedicto XVI, está en proceso de beatificación.
Mucho más conocidas son las de la Virgen en Fátima (Portugal) que se apareció a los 3 pastorcillos todos los meses el día 13 entre mayo y octubre de 1917; la de la Virgen de Guadalupe, que se apareció a Juan Diego en el cerro de Tepeyac por cuatro veces entre el 9 y el 12 de diciembre de 1531; o la Virgen del Pilar en su primera aparición, cuando aún vivía en Palestina, el 2 de enero del año 40, en la Cesaraugusta romana, la Zaragoza actual, a Santiago, cuando el apóstol se encontraba predicando en ella la fe cristiana, desanimado por las grandes dificultades que estaba atravesando para evangelizar España.
Entre 1961 y 1965, hubo unas supuestas apariciones de la Virgen en Garabandal, un pueblo de Cantabria, las cuales ya habían sido anunciadas por Nuestra Señora al despedirse de Fátima, cuando profetizó algo así como que “nos vemos en San Sebastián”: precisamente, el verdadero nombre del pueblo es San Sebastián de Garabandal.
Quiero resaltar parte del mensaje que el 18 de junio de 1965 El arcángel San Miguel dijo a las videntes de Garabandal: «Los sacerdotes, obispos y cardenales van muchos por el camino de la perdición, y con ellos llevan a muchas más almas. A la Eucaristía cada vez se le da menos importancia.” Sin embargo en no pocas ocasiones la Virgen ha dicho también que los sacerdotes (obispos y cardenales) son Sus hijos predilectos y que debemos rezar mucho por ellos. Por otro lado sabemos que debemos arrodillarnos en la consagración y acercarnos a tomar la comunión en la boca y con mucha devoción.
Las apariciones de la Virgen, en el pequeño pueblo de Medjugorje (Bosnia-Herzegovina), se iniciaron un 24 de junio de 1981 cuando los videntes, seis chicos entre los 10 y los 16 años, vieron en el monte a la Virgen María. Según el testimonio de los chicos, que ya no son niños ni adolescentes, sino adultos, siguen teniendo estas apariciones. Con diferente frecuencia unos de otros, pero siendo la misma joven de unos dieciocho años, de una indescriptible belleza y voz maravillosa, la que, como si no hubiese pasado el tiempo para ella, los visita estén donde estén.
De las miles de apariciones de la Virgen reportadas en diferentes lugares, la Iglesia sólo ha reconocido14.
Excepto en la aparición de la Virgen del Pilar, nuestra Madre nos recuerda la necesidad de conversión, oración, penitencia y de visitar al Santísimo con frecuencia para alcanzar la salvación de nuestras almas y nos avisa de los peligros que, de no cambiar el rumbo la humanidad, están por llegar.
Lamentablemente el panorama es cada vez más desolador. A las crueles e inhumanas leyes del aborto, la eutanasia y contra la familia natural, se añaden ahora leyes como la de bienestar animal que considera a las mascotas “seres sintientes” y que no hace al animal más humano pero sí al hombre más animal; o nuevas ideologías de diseño, prefabricadas y destructivas: género, calentamiento global (una excusa para crear nuevos impuestos), adoctrinamiento infantil, feminismo, ecologismo, globalismo, transhumanismo (seréis como dioses), y un largo etc. Por no hablar de la agenda 2030.
La pasada Navidad nos sorprendió una vez más con pesebres de dudoso gusto como el que la alcaldesa Inmaculada Colau instala cada año delante del consistorio. En una tienda de Barcelona se expuso en el escaparate un belén con penes y vaginas como personajes, mientras que en otra una mujer fue detenida por la policía catalana al quitar una composición sacrílega contra la Virgen María tras la negativa de la dependienta a retirarlo.
Hace ya algún tiempo que empezó una guerra contra los símbolos cristianos siendo las cruces el principal objetivo, pero también la profanación de tumbas, de templos católicos y la retirada de monumentos en memoria de nuestros mártires. El último de ellos ha sido el monumento al Requeté yacente, sito en Montserrat ante el Mausoleo dedicado a los caídos en combate del Terció de Nuestra Señora de Montserrat en la última cruzada, tristemente con el beneplácito de los monjes benedictinos. Los requetés enterrados allí son todos catalanes.
La retirada ha sido posible gracias a un acuerdo de los monjes con la Generalitat, que cada año no tiene reparos en homenajear la memoria del asesino Companys, y que coincidiendo con la retirada del monumento, anuncia una ruta dedicada a los maquis, en su esfuerzo por presentar a los héroes como villanos y a los asesinos como héroes.
La comunidad benedictina no puede olvidar que los 319 requetés catalanes caídos en combate, lo hicieron por defender la patria y la religión católica. Tampoco a sus 23 monjes martirizados al inicio de la cruzada y beatificados por la Iglesia. Una comunidad que olvida a sus mártires está condenada a la muerte espiritual.
En España el Congreso apoya la tramitación de las penas de cárcel para los provida que obstaculicen el aborto, entendiendo por obstaculizar brindar ayuda a las mujeres vulnerables y rezar por los niños asesinados frente a los abortorios.
Todo ello nos hace recordar las advertencias de la Virgen, aunque como cristianos no debemos preocuparnos más que de vivir la fe, conservarnos en gracia de Dios y aceptar con humildad lo que nos depare el futuro.
Alguien dijo que un católico sin rosario es como un soldado sin armas, y San Francisco de Asís decía: “El cielo se regocija, satanás huye, el infierno tiembla; cuando digo Dios te Salve María.” Recemos pues el rosario que es nuestra arma más eficaz y dejémonos proteger por el manto de la Virgen María, nuestra Madre. De lo que pueda pasarnos a nosotros ya se ocupa Ella.
Luis Abeleira y todo el Equipo de Reza por un Político