Desde Reza Por Un Político nos sentimos plenamente orgullosos de ser españoles, de nuestra historia y de nuestro pasado como pueblo. Al mismo tiempo lamentamos profundamente que nuestros políticos pretendan que se olvide la Cruzada de 1936-1939 con la ley de memoria democrática, que nos impongan ideologías perversas como la de género y que se aprueben leyes tan degeneradas como la de eutanasia y el aborto.
Por este motivo sentimos mucha envidia de que Hungría cuente con un primer ministro como Viktor Orbán y también del pueblo húngaro al que guía con gran sensatez. Y es que ellos no olvidan.
Hace unos días el presidente Viktor Orbán pronuncio en Budapest ante numeroso público este discurso memorable:
Buenas tardes Húngaros, buenas tardes polacos, buenas tardes italianos.
Saludos al pueblo de la libertad en la capital de nuestra nación.
Hoy recordamos el día en el que nos preguntamos a nosotros mismos, no si Dios estaba con nosotros, sino si nosotros estábamos con Dios. Cuando reunimos una fuerza enorme que sacudió los cimientos del régimen comunista.
Ahora tenemos una sensación de “Déjà vu” mientras la doctrina Brezhnew se extiende por Europa. Es el tiempo para que Bruselas entienda que nosotros no sólo fuimos una piedra en el camino, nosotros fuimos los que dimos el primer golpe al comunismo en el ’56, y nosotros somos los que derribamos el primer ladrillo del muro de Berlín. Y aunque está aquí de nuevo lo volveremos a vencer.
Y seguimos manteniéndonos firmes. La historia nos dio la razón a los húngaros. Hungría será el primer país de Europa que parará la agresiva propaganda LGTB ante los muros de las escuelas.
Los que hace 15 años disparaban en medio del pueblo son hoy los que se están preparando para ganar de nuevo. Y en algún lugar del otro lado del Atlántico el tito Sorós también se está preparando. Cuando deberían haber venido a ayudar no lo hicieron, pero ahora están aquí sin haber sido invitados.
Incluso cuando el enemigo era poderoso, nosotros nunca huimos; y tampoco nos echaremos atrás ahora, porque sabemos que podemos vencer esto juntos. Vinimos lo vimos y ganaremos de nuevo.
¡Dios por encima de todo!
¡Hungría ante todo¡
¡Vamos Hungría, vamos húngaros!
Sencillamente espectacular
Luis Abeleira